Íbamos mi mujer y yo en coche por la Highway 54, con rumbo sur, desde Alamogordo hasta El Paso. Habíamos pasado la tarde en White Sands, y tenía yo aún el cerebro abrasado de tanto resplandor. Me preocupaba incluso el haberme producido algún daño irreparable en la vista. La arena está sobre todo compuesta de yeso, y tiene la misma brillantez de la nieve recién caída. En realidad es aún más brillante. Es bastante difícil de creer que haya nada tan brillante.