Damião decidió viajar a Buenos Aires cuando se dio cuenta de que la siguiente crisis de melancolía sería aún más fuerte. Al principio sentía una presión muy intensa en la parte inferior de la nuca y cierta dificultad para respirar. Después la presión empezó a extenderse por la zona lateral de la cabeza, llegando a alcanzar la mandíbula en las últimas ocasiones. Cuando empezase a sentir aquella maldita presión en la barbilla difícilmente conseguiría llevar una vida normal.