Imagen: ©Susana Pozo

23 de marzo de 2020

La NASA cancela investigaciones en la Luna.
Matteo se come un bocado de pasta junto a la ventana que da a la calle Vittorio de Sica.
Sica fue el director de «Ladrones de bicicletas».
En Lombardía, una mujer grita el nombre de Paolo.
Un enfermo en un hospital de Lombardía ve la cara de su mujer y de su hermano en un ipad bien levantado en el aire por los guantes blancos del médico.
El hotel Marriott se convierte en un hospital de campaña.
Los cuartos de lujo son ahora cuartos para diez personas.
Todo el espacio es usado, distribuido entre máquinas, enfermos y médicos.
Una nueva agricultura urgente siembra enfermos y ventiladores.
El presidente de la Asociación de Pensionados les dice a las generaciones jóvenes que no se olviden de ellos en este momento.
Que no se olviden de sus padres y sus abuelos.
Una niña a llora mi lado.
Un ministro habla de medidas — pesas y cintas métricas para lo que no ve.
Andreotti, sesenta años, con tapabocas, pasea a un perro muy pequeño con una correa larga.
186 muertos en Francia.
Mi perra, una pastora belga, se llama Roma.
Roma está intacta y viva, y mueve la cola.
Se levanta y parece un oso negro.
Le doy un abrazo a Roma.
Roma no llora, pero no está contenta.
Le digo: Roma no llora.
Termómetro, temperatura 37.2.
(…)
«Andando en un camino / encontré al aire.»
Una mujer italiana dice que Europa abandonó a Italia.
Apago la televisión.

24 de marzo de 2020

Engañar a los muebles, a la puerta.
Fingir que salimos, abrir y cerrar la puerta.
Puerta ingenua, todo se lo cree.
En China, el Estado controla la temperatura de cada ciudadano.
Más de treinta y siete grados: ciudadano peligroso.
La traición ha salido del lenguaje, ha entrado en la biología.
Estar enfermo es una amenaza para el Estado.
Todo enfermo se vuelve inmediatamente extranjero.
Si estás saludable, eres parte de mi nación; si estás enfermo, hablas otra lengua.
La lengua de los saludables, la lengua de los enfermos.
En un extremo, fusilar a los enfermos por traición.
Los criterios cambian, el Derecho cambia.
Un presidente de cámara italiano une las manos al pedirle a la gente que no salga de casa.
Parece rezar, pedir piedad y dar una orden —todo al mismo tiempo.
Un médico italiano dice que no entiende por qué van las peluqueras a peinar a las señoras a sus casas.
Dice que los ataúdes van cerrados, que nadie les va a ver el peinado.
Lo dice de una forma violenta.
Yo me callo.
Y sigo callado.

25 de marzo de 2020

A veces, en el mundo terrible, la gente abre un poco la puerta de su casa y escupe al paso de los extranjeros.
Extranjero, en una cierta lengua eslava, me dicen, significa mudo.
Aquel que no habla mi lengua es mudo.
Aquel que no tiene mi historia es mudo.
«Virus detectado en los drenajes de Holanda».
«El Sol sale a la calle, pero la lluvia vuelve a caer este miércoles».
(…)
Basta; ahora otra cosa.
Somos monjes, sí, pero sin la creencia.
Aislarse por miedo o precaución no es lo mismo que aislarse por fe.
Virilio hablaba de la «destrucción del ambiente por la velocidad».
Accioli, en Italia, en la zona Norte, corre en el mismo sitio, en casa, para no volverse loco.
Quedarse en el mismo sitio, pero de manera rápida.
Destruir la casa misma por la velocidad.
Destruir a la familia por la velocidad.
Destruir a la familia por la lentitud.
Veo una carrera de Bolt.
Récord de los 100 metros, 9.58 segundos.
(…)
La historia infantil de los tres cochinitos y el lobo feroz. En un disco.
Decía que el lobo era malo, muy malo, completamente malo.
Pero nadie es malo, muy malo, completamente malo.
«La catástrofe sería la presencia simultánea de todas las cosas»,
dijo Sloterdijk, en una vieja entrevista.
La catástrofe ahora como la ausencia de todas las cosas.
(…)
Roma mueve la cola, tiene sed.
Jeri, pacata, consume energía mirando las cosas.
Tomo un ángel de veinte centímetros de altura.
Está hecho de un material extraño.
Parece blando por dentro.
Voy a buscar un cuchillo de cocina.
Me detengo.
Dejo el ángel y el cuchillo de cocina lado a lado.
A ver si el cuchillo hace más valiente al ángel, a ver si el ángel ablanda al cuchillo.

26 de marzo de 2020
La sala Chaikovski en Moscú lleva varios días vacía.
El Papa Francisco dio negativo en la prueba del Coronavirus.
Imagino, en algunas iglesias, las grabaciones de la misa volviendo al latín.
Es necesario volver atrás.
En Europa, la gente deja su lengua en la puerta, del lado de afuera.
Abdica de su lengua anterior y empieza a hablar otra.
El latín es una posibilidad.
También podemos gritar.
Una mujer de noventa y seis años se recuperó y estoy seguro de que prometió que no se va a morir.
En la sala Chaikovski, en Moscú, sin duda tendrán que sacar el piano del escenario.
En la casa de al lado, Manu Chao: Me gustan los aviones, me gustas tú.
Me gusta viajar, me gustas tú.
Puede la cabeza estar asustada, los pies no.
(…)
Le enseño a mi perra Roma a estarse quieta, sólo mirando.
Parece decirme: eres un tonto.
Elias Canetti: «Todo lo que aprendo lo transformo en miedo».
Aprender a esperar como si esperar fuera hacer algo.
Abro online los periódicos que explican cómo desinfectar las botas con las que uno va a la calle.
España 498, Francia 365, Irán 157, Italia 712.
(…)

27 de marzo de 2020

Levanto los talones, luego la punta de los pies.
Un partido de futbol Grémio-Flamengo.
«Deje de vivir con dolor en las articulaciones», informerciales en la televisión.
Oración del Papa por la humanidad, canal 1.
La Plaza del Vaticano vacía.
El Papa le habla a un enorme espacio vacío.
Oigo en muchas casas personas que se arrodillan.
Hay cosas que es posible oír en determinados momentos y en otros no.
En estos días, se oye todo.
Hasta el ruido de alguien que se curva a muchos kilómetros de distancia.
Suenan las campanas en la basílica de San Pedro.
El arte de tocar campanas, un arte de las manos, del control de la fuerza.
Campanas que no aceptan que las toquen mecanismos.
Campanas de metal humano.
Pero en estos días  a veces han sido las máquinas las que permanecen en sus puestos, cumpliendo su misión, sin miedo.
A veces es necesario rendir un homenaje a las máquinas.
Ellas permanecen.
(…)

28 de marzo de 2020

«La salvación pende de la pequeña fisura en la catástrofe continua», escribió Walter Benjamin.
Es necesario salvar en los pequeños intervalos, en las pausas.
Cuando el diablo se distrae por un segundo, ahí hay una fisura.
Y ahí entra la salvación.
España.
Día 26 de marzo: «en la planta número 4, en la habitación 429 del Hospital del Mar».
Un video.
En el Hospital del Mar, una enfermera toma su propio celular y le hace una llamada al hijo de un enfermo.
4º Piso, cuarto 429.
Hace una videollamada, toma el celular, lo dirige hacia el rostro del enfermo.
«Respira bien, sí, sin la máquina», le dice ella al hijo del enfermo encamado.
Y repite, sonriendo: «¿No ve? ¿No ve?»
Quiere mostrarle que su padre no está tan enfermo, que ha mejorado.
Repite: respira sin la máquina, ¡sólo tiene la mascarilla!
Habla como si le anunciara a un padre que acaba de nacer su hijo.
Pero no.
Le está anunciando a un hijo que su padre aún está vivo.
El enfermo levanta la mano y la lleva hacia la imagen de su hijo.
La enfermera acerca el celular.
La mano queda a unos centímetros de la pantalla.
Tocar el rostro de un hijo en la pantalla es en estos días tocar el rostro de un hijo.
Casi tocar la pantalla es casi tocar el cuerpo.
¡Hola! Yo soy Susana, le dice la enfermera con un tono feliz  al hijo que está del otro lado de la pantalla.
Es necesario infiltrar en las fisuras la alegría.
Como si la alegría fuera un material médico.
Casi un material de salvación.
Ciertos enfermeros usan ese material.
Qué bueno, José, dice la enfermera. Viste a tu hijo.
(…)
Repetir en voz alta una frase hasta que se disuelva en el aire, como si no hubiera existido.
Repetir 100 veces una frase para que desaparezca.
Como si el uso repetido fuera una forma de destruir las frases y las cosas.
En La Repubblica dicen que en Lombardía ya no hay abuelos.
Esta es la frase.
Es necesario repetirla hasta que desaparezca en el aire.
(…)

Imagen: ©Susana Pozo

29 de marzo de 2020

(…)
En el jardín de enfrente el sol parece hacer invitaciones inaceptables.
Cómo puede el paisaje ser una trampa, ya sin lobos ni tigres; y ningún terremoto.
Entrevista al filósofo español Emilio Lledó, en El País.
Habla de ese «peligro que no se oye».
Dice que no se considera un faro de la sociedad, sino nada más «una velita con poca cera».
Tiene 92 años.
Baja de su casa a comprar pan.
Ve que ya no existen algunas conservas en la tienda cercana.
En España murieron hoy 838 personas.
Pequeña vela con poca cera.
Hojeo A Lifetime of Secrets de Frank Warren.
Postales con secretos.
«Dejé de creer en dios desde que te divorciaste de papá».
Hacer una lista: dejé de creer en dios porque.
Y otra lista.
Empecé a creer en dios porque.
Entrevistar gente, sacar conclusiones.
Razones promedio, razones límite.
(…)

30 de marzo de 2020

Una amiga griega me envía un mail.
ΠΑΤΕΡΑΣ es padre en griego.
Dice ella: en Grecia, «para salir, tenemos que enviar un sms al número 13033 indicando el propósito de la salida».
(…)
Mi amiga me explica lo que significan los números que hay al principio.
Cada número representa un motivo de salida.
(…)
Ayer, mi amiga griega le mandó este sms al gobierno griego:
4 Αθηνά Σπύρη Αλκμάνος 12 Αθήνα
El número 4 significa que va a salir para ayudar a una persona.
(…)
El número 4, en el caso de Athena, es su padre.
Su padre está incluido en el número 4.
Es un número 4 con varias hipótesis adentro.
Después recibió un sms con la autorización.
Fue éste:
METAKINHΣH 4 AΘHNA ΣΠΥΡΗ ΑΛΚΜΑΝΟΣ 12 ΑΘΗΝΑ
Puedes visitar a tu padre, motivo 4 autorizado.
No hace falta decir que en Europa las cosas cambiaron.
Las cosas cambiaron sin pedir permiso.
La lengua griega es visualmente hermosa.
Esto:
ΑΘΗΝΑ
Es Athena.
Las lenguas son también posiciones de letras, dibujos.
Puede una frase terrible ser visualmente hermosa.
Ése es el peligro de otra lengua que no entendemos.
A veces, la belleza hace lo mismo que el polvo y no deja ver.
«Hungría refuerza los poderes del primer ministro».
«Austria va a obligar a los ciudadanos a ir con cubrebocas al supermercado».
Todavía no he oído la nueva canción de Dylan.
(…)

31 de marzo de 2020

Sólo los médicos se acercan a los enfermos.
Sólo los curas se acercan a los muertos.
Dos formas de valor.
«La electricidad chocó contra las cosas resignadas», el verso aquel de Drummond.
Un médico en España dice: no le deseo esto a nadie.
Y se echa a llorar.
En España hay ancianos deambulando sin saber a dónde ir. No tienen familiares.
Ambulancias y ataúdes.
Mucho sonido y después poco sonido.
En la rápida pista de patinaje de Madrid, cuerpos que no se mueven.
Y a veces un cura.
Es el único que se acerca.
(…)
Me relajo; allá afuera, sol —buganvilias, una, limonero, uno.
Una es casi igual a uno. Uno casi igual a una.
Nicanor Parra.
«El verdadero problema de la filosofía
Es quién lava los platos
Nada del otro mundo
Dios
la verdad
el transcurso del tiempo
claro que sí
pero primero quién lava los platos».
Eso.

1 de abril de 2020

(…)
Para gran parte de la gente, el exterior está guardado en una bodega.
Un verso: Espero a dios con gula».
Rimbaud y la sífilis en torno.
Las enfermedades cambian de nombre, tal vez sea un disfraz.
Un amigo de España, traductor, me dice que un amigo suyo está en terapia intensiva.
Tiene 51 años y ninguna enfermedad subyacente.
Los discursos, taparse los oídos con las manos.
«Ciertos espíritus son trenes tan rápidos que no tenemos tiempo de ver que están vacíos».
Es necesario hacer que se detenga el tren.
Con una calceta en la boca, aparece Roma.
Pastora de objetos perdidos.
Jeri ve, maravillada, eso que vio hace cinco minutos, maravillada.
Está fascinada con las sombras.
Me cierro el abrigo, llueve demasiado.
A veces, hasta el ejército sitiado se alegra de no poder salir.
Aprender a perder, un día tras otro.

2 de abril de 2020

Alguien dice que el pico será el día tal.
Se aplican las leyes de la física y de la velocidad de materiales a la biología.
Movimiento uniformemente acelerado de la maldad.
Pero la maldad no es como la bondad.
La bondad es previsible.
La maldad no es previsible.
Aquello de la certeza.
(…)
Se habla de aplanar la montaña maligna, la montaña de la peste.
(…)
Golpear de lleno en la cabeza a la montaña mala hasta que se vuelva pequeña y casi inofensiva o incluso inerte.
Dice Roberto, un niño.
Convertir la montaña en un tapete.
Sacarla al sol, lejos de los humanos.
(…)
Tratar de correr lo más rápido posible, pero con una venda en los ojos.
Aquí estamos. Velocidad y ceguera.
Hacer por lo menos un agujero en la venda.
Ver con un ojo, ver una parte, comprender una parte.
Muertos en España, Estados Unidos, Italia: el temor se vuelve temible: lo temible, costumbre.
En casa, un apetito tremendo.
Somos un estómago y dos ojos.
(…)
El tránsito se ha detenido, se ha evaporado.
Los autos están recogidos, como animales que han huído a sus capullos temiendo un ciclón.
La gasolina baja de precio, qué simpáticos.
Estados Unidos probó hace menos de una semana un misil supersónico, más rápido que la velocidad del sonido.
El sonido ya es demasiado lento para el siglo XXI.
La velocidad del sonido anda lenta en los días de la peste.
Es difícil que el sonido llegue a quien puede salvarte.
Prueba a gritar si necesitas auxilio.
(…)

Imagen: ©Susana Pozo

3 de abril de 2020

(…)
En el Washington Post y en el Estadão, periódico del Estado de São Paulo: una imagen aérea del cementerio más grande de América Latina.
En ese cementerio, Vila Formosa, en São Paulo, ya se están preparando cientos de nuevas tumbas con el tamaño adecuado para un ser humano.
Contrataron a 250 sepultureros.
Visto desde arriba parece un campo de cultivo para los frutos más extraños del mundo. Los menos deseados.
A la distancia adecuada, no demasiado cerca, como si todavía pudieran contagiarse.
Tumbas con la forma en la que se acomoda al fin un cuerpo.
Me viene la imagen de ese juego de embonar para los niños de doce meses.
Hacer embonar el cubo en el espacio vació que corresponde a la forma del cubo.
Hacer embonar la esfera en el espacio vacío que corresponde a la esfera.
El paralelepípedo en el espacio vacío que corresponde a esa forma.
Después de los dos años y medio los bebés empiezan a hacer esto con facilidad.
Pero, vista desde arriba, la preparación del cementerio de São Paulo parece un juego demasiado adulto como para soportarlo.
No hay mayor peso que el peso de un cuerpo muerto, escribió una vez Heidegger.
Imagino el peso que los sepultureros han transportado.
(…)
«Dicen que las flores del ciruelo no deben vender su perfume».
Una película coreana.
Escribí la frase en mi cuaderno cuadriculado.
La reina Isabel II se dirigirá al país el próximo domingo desde el palacio de Buckingham.
Tiene 93 años.
En una entrevista, Amyr Klink dice que prefiere los tiburones al aburrimiento.
Voy a tratar de averiguar quién es Amyr Klink.
El internet no funciona, lo intento una vez y otra, y después lo olvido.
Es necesario seguir trabajando la creencia.
Levantarse temprano para tener tiempo de trabajar la creencia.

4 de abril de 2020

(…)
Un dron encima cada alumno hasta que lo aprenda todo.
De la A a la Z y del cero al infinito.
Si el alumno no aprende, el dron envía una pequeña descarga eléctrica— dice alguien.
Idea sensata, pero técnicamente difícil —dice otro.
Ideas perversas para un nuevo siglo que está ansioso por empezar antes de tiempo.
En Estados Unidos, en dos semanas, diez millones de nuevos desempleados.
Hans Magnus Enzensberger.
«Que hay que hacer algo y ya
eso ya lo sabemos
que no obstante aún es pronto para hacer algo
que no obstante es demasiado tarde para hacer algo
eso ya lo sabemos»
Exigir drones que transmitan música en la vía pública.
Por las calles de Londres, París, Roma, Nueva York, Buenos Aires y Madrid.
Alguien me recomienda «Twist and shout» de los Beatles, pero sin despegar los pies del suelo.
Un hombre baila en pareja una salsa frente a un espejo alto.
Un espejo de altura bípeda y con el ancho correcto.
Baila consigo mismo, pero está entusiasmado.
Toca el espejo como si el espejo también tuviera manos.
Sin espejos estar en casa sería mucho más duro.
Mi amiga griega me manda un mensaje.
«Mi padre (salida por motivo 4) me recibe todos los días en su patio (ya no entro en la casa) con una copa de aguardiente».
Se llama raki, el aguardiente.
Los padres saben, pese a todo, recibir a sus hijos.

5 de abril de 2020

Hoy intercambié mensajes con muchas personas.
Muchas personas de esas muchas personas se están quebrando.
Muchas personas de esas muchas personas después de quebrarse van a estar otra vez fuertes.
Pero algunas de esas muchas personas no.
Esas algunas personas se van a quebrar y van a seguir quebradas y va a ser difícil volver al punto de partida.
Ya no hay punto de partida.
Alguien destruyó la posibilidad de volver a empezar de cero.
Boris Johnson fue internado en el hospital y la Reina recordó la separación de padres e hijos durante la Segunda Guerra Mundial.
La NBA considera cancelar la temporada y un incendio forestal está incrementando la radiación en Chernobyl.
Cerca del muelle de Sodré, en Lisboa, me dicen que los indigentes corren cuando ven a una persona.
Porque es muy raro que vean a una persona.
Y le piden dinero o comida.
Los dealers que venden drogas de mala calidad ahora también corren tras los clientes para que escuchen cuál es su producto.
Ya no susurran, a veces gritan.
Pero van con cubrebocas.
Un entusiasta, Philipp Klein, hace un cortometraje, en su sala, en que simula subir una enorme montaña blanca hecha de sábanas.
Unos Himalayas privados.
En la ciudad puedes abrir la ventana, pero no hay sobadores como los había en los pueblos.
Ésos que ponían en su lugar, por la fuerza, un hueso dislocado.
Hay muchas personas que abren la ventana pidiendo un sobador o pidiendo volver al punto de partida, pero no hay nadie afuera.
El punto de partida es la casa de los padres.
En todos los juegos debe ser así, calculo.
Una que otra cabeza se va a quebrar por dentro.
Ninguna ortopedia mental de emergencia va a poder volver a unir ciertas piezas del rompecabezas.
(…)
Le hago fiestas a Roma y a Jeri, mis compañeras junto con otros compañeros humanos.
Todavía la película Ebrio de mujeres y de pintura, de Im Kwon-Taek.
«¿Qué tipo de jarrones deseas?», le pregunta el pintor al dueño de la alfarería.
Los dos mirando el horno mientras las piezas se cuecen.
El dueño de la alfarería responde:
«Los pintores de tu calibre quieren que la limadura se adhiera para que los dibujos cobren vida;
los vidrieros quieren que el vidrio se esparza de manera uniforme; los dueños de las alfarerías esperan que de éstas salgan una o dos obras maestras.
Pero las cosas no salen necesariamente como lo deseamos.
Estamos sujetos a los caprichos del fuego».
Muchas personas quieren muchas cosas diferentes, pero es el fuego el que decide.
El fuego es eso que no controlamos.

6 de abril de 2020

El humano número 486 murió en un hospital de Madrid.
Listas de muertos.
Listas de libros elegidos.
Lista de lugares que visitar después de la peste, cuando se ahuyente la ansiedad y no los cuerpos.
Diez páginas en el periódico con retratos de personas con dos fechas.
Jacob Steinberg, poeta israelí: «parecemos esta noche una ciudad que arde».
(…)
El buen soldado Svejk y la descripción del manicomio:
«un inventor muy instruido (…) que se pasaba la vida sacándose los mocos y sólo decía una vez al día: acabo de inventar la electricidad».
(…)
Cuando esto se acabe, afuera va a estar lleno de locos, inventores diarios de la electricidad.
En Italia el gobierno aprobó que todos los alumnos pasen de año.
En Suecia se temen miles de muertes por covid-19.
Alguien pregunta: ¿si perdieras el deseo, irías a buscarlo?
¿A dónde?
Alexander Kluge habla de una muñeca «donde los ojos» indican la hora.
Ver la hora exacta por los ojos de la muñeca.
Ver la hora exacta por los ojos de algunos hombres viejos en la televisión.
En ciertos momentos, los relojes parecen dejar de funcionar.
Sólo funcionan los ojos humanos.
(…)
Hace dos días en la India: «Miles de personas en fuga para escapar del hambre».
Las fábricas cerraron, casi todo en cuarentena.
Miles abandonan la capital y regresan a sus pueblos.
Pero no hay autobuses suficientes.
Relatos en The Guardian. Muchos tuvieron que regresar a pie. 200 kilómetros desde Nueva Delhi.
«El camino parecía interminable y mis hijos hacían pequeñas pausas para dormir en el suelo», cuenta Mamta.
Lo único que nos hizo continuar fue el hecho de que no teníamos otro lugar a donde ir, dice Mamta.
Lo único.
«Cada día un renacer más profundo», decía el pintor citando a un maestro.
Al día siguiente, en el mismo sitio, pero más hundido.
Sólo con la cabeza de fuera.
Así se aprende: sólo con la cabeza de fuera.
Boris Johnson está internado en terapia intensiva.
El ministro de Asuntos Exteriores, Dominic Raab, lo va a substituir.
Se habla de 15 millones de nuevos desempleados en Estados Unidos.
Vuelvo al libro.
«Da cinco pasos hacia adelante y cinco hacia atrás», dice un médico en el manicomio del buen soldado Svejk.
Es una prueba para ver si un hombre está loco o no.
Trato de hacerlo.
Todos deberíamos hacerlo.
Cinco pasos hacia adelante y cinco pasos hacia atrás para ver si acabamos en el mismo sitio.
No acabamos en el mismo sitio.
Ya no es posible acabar en el mismo sitio.

7 de abril de 2020

(…)
Ésta será una tragedia vinculada con el elemento aire.
Los pulmones y la falta de respiración.
Cuando se habla de un tsunami en los hospitales, digo.
No es un tsunami de agua, claro, sino de cuerpos enfermos.
Un tsunami sólido.
Un tsunami de cuerpos en estado sólido a los que les falta completamente el aire.
Un tsunami de sólidos que quieren respirar.
Una tragedia del aire.
Y también un poco del fuego, sí.
(…)
Me dicen que hay un padre que siempre que quiere llorar va al balcón de su departamento para que sus hijos no lo vean.
Sus hijos piensan que va a tomar aire.
Leo la noticia.
«Esta noche tiene una buena razón para asomarse a la ventana y mirar el cielo. Tendremos una luna ‘color rosa’».
«La luna llena se va a ver un 14% más grande y un 30% más brillante».
Los porcentajes lo invaden todo, hasta el brillo.
El Reino Unido con un récord diario de muertes: 854 en las últimas 24 horas.
(…)
George Kubler escribió una vez: la actualidad «es el momento en que el faro se oscurece entre los relámpagos»; «es el instante entre el tic tac de un reloj».
Esta noche, padres e hijos tienen una buena razón para asomarse a la ventana: fingir que la luna todavía importa.
Leo otra vez este número: más de diez millones de nuevos desempleados en los Estados Unidos de América.
Pocos tiempos son tan actuales como éste de ahora.
La actualidad no es una luz, es lo opuesto.
«Es el momento en que el faro se oscurece entre los relámpagos».

8 de abril de 2020

(…)
He estado dándole vueltas a una idea como si una idea ocupara espacio.
La enorme catedral de Saint John the Divine en Manhattan se va a convertir en un hospital de campaña.
Los hospitales de Nueva York se están llenando.
Las iglesias empiezan a prepararse.
Clifton Daniel, el decano, explica a The New York Times: a lo largo de los siglos, la catedral se ha utilizado varias veces de este modo.
Y después dijo: para la catedral no es nada nuevo, sólo lo es para nosotros.
La catedral y los humanos.
La catedral tiene más experiencia que esta generación. Ya ha visto esto.
Lo que es nuevo para los humanos no es nuevo para la piedra.
Boris Johnson está estable y «respondiendo al tratamiento».
Ahora me doy cuenta de que la ventana que da al frente está trabada; las ventanas que dan hacia atrás funcionan.
Es necesario abrir con firmeza la ventana que da al frente, pienso.
«África supera las 500 muertes y registra más de 10,500 contagios».
Y Argentina prolonga la cuarentena hasta fines de abril.
Las cuarentenas se suceden.
Eto’o, un exfutbolista camerunés, habla de la posibilidad de que se prueben vacunas en África.
No somos conejillos de indias, hijos de puta, dice.
(…)

Imagen: ©Susana Pozo

9 de abril de 2020

Me escriben desde el Norte sucesivos mensajes sin punto final:
Fecha y hora [09/04, 14:42]
Hoy, en la fila del supermercado (compra semanal para la familia), les llamé la atención a unos chicos que escupieron al suelo tres veces. A la tercera, no me aguanté
Voy flotando entre los humores
Neutra
Aceptación
Triste
Enojada
Irritada
Mi tía, que vivió toda la guerra
Ahora está acá por su marido y dice que se siente peor
Porque no sabe cuál es la zona de los ‘buenos’ y la de los ‘malos’.
[09/04, 14:42] Fin del mensaje.
«Hungría prolonga las medidas restrictivas indefinidamente».
Cuánto es indefinidamente, pregunto.
¿Y cuál es la zona de los ‘buenos’ y la de los ‘malos’?
Es necesario marcar la ética en el suelo para comprenderla.
Estamos medio mareados: nuestra cabeza da vueltas y no sabe cuál es la zona de los buenos.
(…)
Pascal Quignard: «Para los hombres, ¿qué es la muerte?
El hombre que ya no forma parte de un diálogo».
¿La mejor forma de morir?
«Repentinum et inopinatum
(de manera muy rápida y completamente inesperada)».
Voy recibiendo mensajes.
Alguien dice que acaba de tener un nieto.
Otro felicita a ese alguien y evoca a Millôr Fernandes, que dijo que, de haber sabido que tener nietos era tan bueno, no habría tenido hijos.
«Proyecciones prevén entre 11 y 22 mil muertes en Canadá hasta el final de la pandemia».
En medio de los campos de concentración, una mujer trató de compilar los sueños alegres de las personas que iban a morir.
Los escribió. Quería guardarlos.
Tengo que investigar a esa mujer.
No recuerdo su nombre.

10 de abril de 2020

(…)
El cineasta Eisenstein y una frase que siempre me ha marcado: «No bebas agua a menos que esté hirviendo».
¿Por qué dijo aquello? No lo sé.
Era un estudiante, tenía diecisiete años.
A esa edad sólo se beben las cosas hirviendo.
Tomo café y café. Sin azúcar, una bomba simple.
¿El tercero? El tercer café.
Pongo la versión de Paco Ibáñez, «La mala reputación».
«En mi pueblo sin pretensión / Tengo mala reputación».
Una frase de Wittgenstein: dice que tendría que haberse dirigido al bien y convertido en una estrella a la mitad de la noche.
Después de todo, dice, «me quedé en la Tierra y ahora empiezo a marchitarme poco a poco».
Quedarse en la Tierra y empezar a marchitarse poco a poco.
Vuelvo a 2020. Ibáñez.
«Yo no pienso pues hacer ningún daño / Queriendo vivir fuera del rebaño».
Nueva York, isla de Hart, distrito del Bronx.
Isla que también se usa como cárcel.
Un dron capta la imagen.
Empleados contratados por la administración central posan suavemente ataúdes blancos en un gran agujero.
Normalmente este trabajo lo hacen los presos, «pero el incremento en el número de cuerpos ha obligado a contratar empresas especializadas».
A muchos de estos empleados se les ha contratado en los últimos días.
Visto de lejos, aquello podría parecer los primeros cimientos de un nuevo edificio.
Hay que excavar para después subir.
Pero allí no hay subidas.
Al menos en este momento, los cuerpos sólo bajan.
(…)

11 de abril de 2020

Dos modos de apartarse de las noticias: religión y matemáticas.
Hay más, claro.
Una frase de Breton: «el acto de amor y el acto de poesía son incompatibles con la lectura en voz alta del periódico.»
En estos días, las incompatibilidades han aumentado.
(…)
España empieza a distribuir cubrebocas en el transporte público.
«El sol coció al hombre / Y la geografía determinó los acontecimientos». Raul Bopp, Brasil.
Hay miedo en las favelas brasileñas y las mafias criminales tratan de controlar ese miedo, amenazando.
Miedo x miedo x miedo x miedo.
Hoy, sol. Mañana, sol también, dicen los pronósticos.
Pero después lluvia. El lunes, lluvia; el martes, lluvia; el miércoles, lluvia; el jueves, lluvia; el viernes, lluvia; y el sábado, lluvia.
Lo que sigue no aparece en la pantalla.
Los días que no aparecen en la pantalla están fuera del futuro.
El primer ministro sueco siente «que no hicieron lo suficiente».
«Profesionales de la salud bailan para olvidar el estrés.»
(…)
Manu Chao y una alegría también rápida y diaria, la guitarra.
El sonido de vocalizaciones en la sala de al lado.
Una vez más, la imagen del filósofo Wittgenstein apartando el reloj para empezar a rezar.
Rezar es lo que sucede entre un momento y el momento siguiente.
Esto no lo dijo él, pero podría haberlo dicho.
La mudez que se instala entre una palabra y la siguiente.
Domingo de Pascua.
El que tenga un reloj, que lo ponga sobre la mesa.
Es imposible llegar tarde a ciertas citas.
No va a ser necesario: ni reloj ni prisa.
Paco Ibáñez y otra guitarra: «Palabras para Julia».
Una amiga me manda mensajes sucesivos:
Otra cosa que he notado, dice ella.
Es que perdí el olfato.
Creo que ya no es necesario, dice.
Le digo que ése es un síntoma peligroso.
No, responde ella, estoy sana.
Sin estímulos, el olfato se vuelve perezoso, explica. Es eso.
No hay nadie a quien oler, dice.
Esta Pascua espero recuperar el olfato, añade.
Y después me dice que a veces se acerca a las macetas para oler la tierra.

12 de abril de 2020

(…)
Hablamos de Paolo, un niño de catorce años, del sur de Italia.
Le pregunto si él sabe a partir de qué edad se empieza a ser valiente.
¿A los diez años?
Menos, claro.
A los diez años hay muchos actos de valentía.
¿A los cuatro, cinco?
Pensar en esto: ¿a partir de qué edad aparece la valentía?
Un bebé, después de un año ya puede ser valiente, dice él.
Antes no.
«En Nueva York, tan sólo el día de ayer, murieron…», se corta la llamada.
Bocelli, traje impecable, cabello blanco.
Sólo después necesita que lo guíen.
Cuando canta es evidente que ve.
«A veces tiene la impresión de llevar ojos falsos, colocados por Dios».
Una frase de Canetti.
Imagino ojos falsos colocados por Dios que empiezan a ver cosas que los demás no ven.

13 de abril de 2020

En Brasil, el Cristo Redentor vestido de médico.
Fotografía en el diario Folha de São Paulo.
Cristo con bata y estetoscopio.
Miramos hacia arriba y nos sentimos más tranquilos, dice un habitante de Río de Janeiro.
Otro dice: me dio susto. Significa que la cosa está grave.
Cristo vestido de médico.
Un Cristo técnico, que estudió en una escuela y salva con el auxilio de las máquinas.
(…)
En Brasil, una artista dice que descubrió en su casa sombras que nunca había visto.
Porque nunca había estado en casa a esa hora.
(…)
Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York, describió la propagación rápida del virus: «un fuego que arde a través de la hierba seca con un viento fuerte».
Atahualpa Yupanqui y una milonga para quebrar a los más fuertes. «Milonga triste.».
Los más fuertes son los que más fácil se rompen —como enseñan las parábolas de Oriente.
Es tu fuerza la que te derriba, etc.
En judo, entre más fuerte viene el bruto, más se rompe el hocico contra el suelo.
Sanders apoya a Biden para la casa Blanca.
La voz de Yupanqui parte en cuatrocientos trozos al más serio de los seres humanos.
(…)
La presidente de la Comisión Europea dijo ayer que los más viejos tal vez tengan que quedarse en casa hasta fin de año.
Se habla de tres vacunas y de la imposibilidad de la vacuna.
(…)
Respiro y pienso: cuánto tiempo ha pasado en tan poco tiempo.
En un mes, mil años o más.
Tanto tiempo en tan pequeño mes.
Si viene un nuevo Cristo, que sea médico, se pide en estos días.
Se pide un medicamento o una vacuna.
Ya no aguantamos estar en casa.
Algunos ancianos salen a la calle de manera ostensiva

14 de abril de 2020

Algunos ancianos salen a la calle de manera ostensiva.
Hay quien habla de una especie de valor delirante.
Un casi suicidio, un para-suicida.
En los más viejos en la calle, una lucidez —pero con los ojos más grandes que el cuerpo.
Una gula insólita, peligrosa. Los viejos quieren vivir.
(…) Especialista en Homeopatía asegura que «estímulo vibratorio mejora los síntomas del coronavirus».
En cuarentena, mantén el número de comidas, pero reduce las porciones.
O: mantén las porciones, pero reduce las comidas.
En Río de Janeiro, un militar anciano, un general, caminaba por la ciclovía con una pistola en la mano.
Había interrumpido el confinamiento en casa. Tal vez ya no aguantaba.
Sufría un brote psicótico, decían.
Gritaba que quería hablar con sus hijos.
Más tarde llegó uno de sus hijos, que lo tranquilizó.
Orwell: «Lo importante no es mantenernos vivos, es mantenernos humanos».
Cary Grant e Ingmar Bergman en la película Notorious de Hitchcock.
Un beso de dos minutos, persecución y suspensión mutua.
Uno de los besos más grandes del cine.
Alguien comenta esa escena: tienes tres opciones: o me besas, o te beso, o nos besamos.
(…)
«Quiero hacer una confesión personal», dijo el papa en 2017.
«Todos los días, después de las oraciones principales, rezo la oración del mártir Tomás Moro para pedir sentido del humor».
Una oración que empieza de un modo que te hace reír, dice el papa sonriendo:
«Dame, oh Señor, una buena digestión.
Pero también algo para digerir».
«Roger Waters se emociona al tocar la versión de John Prine, músico víctima del covid-19».
«Te extraño, hermano», dice Roger Waters.
Rezar para pedirle sentido del humor a Dios.
(…)
Sur de Italia. Nápoles: filas enormes de hombres pobres.
Una fila frente a una iglesia, los reciben hombres protegidos de arriba abajo y vestidos de blanco.
Entregan una bolsa de comida a cada uno.
La Iglesia en los momentos duros deja de ser un edificio y sale al exterior.
Su largo, su anchura y su altura se incrementan.
Me gustan estos versos de Nicanor:
«17 elementos subversivos
fueron sorprendidos ayer
en los alrededores de La Moneda
transportando naranjas».
Que el día nos dé buena digestión, pero también algo para digerir.

Imagen: ©Susana Pozo

Gonçalo M. Tavares es uno de los escritores europeos más traducidos y premiados, por sus libros insólitos que participan de mundos muy distintos. Está publicado en más de cincuenta países. Saramago afirmaba que un día Gonçalo M. Tavares será Premio Nobel.

Publicado con autorización de la agencia literaria Mertin Witt. El texto de Gonçalo M. Tavares se publica originalmente en Expresso. El autor y su traductora Paula Abramo se reservan todos los derechos. Prohibida su reproducción.