Imagen: ©Susana Pozo

28 de abril de 2020

(…)
En México, a algunos médicos y enfermeros los insultan.
Les echan agua para limpiarlos.
El médico visto como enfermo.
La enfermedad se apodera del enfermo, del médico, de los instrumentos de medicina, del hospital, del barrio, de la ciudad y del país.
Y de tu cabeza.
La condición de observador desaparece.
Enfermo o posible enfermo. No hay tercero excluido.
Aplausos, silencio y baldes de agua.
No hay espacio ni para los vivos ni para los muertos, decía hace días la alcaldesa de la ciudad de Guayaquil, Cynthia Viteri.
Se refería a los hospitales y cementerios de la ciudad.
La ciudad está abriendo dos nuevos espacios para acoger a quienes ya no caminan ni respiran.
Cargo un balde de agua y el peso del agua me fascina.
No es plomo, ni piedra, ni arena.
Parece un peso benigno; un peso con buen corazón.
Pero la física no tiene torsiones éticas ni una compasión que ande de puntitas para no despertar el sueño de los justos.
El peso es peso, pero me gusta cuando el peso se columpia.
«Nuevo estudio en Wuhan admite el virus en partículas de aire».
Pero no concluye si el aire puede provocar infecciones.
En España, niños en la calle, autorizados por decreto a salir de casa.
Parecen estar viendo por primera vez el viento.
Ha dejado de ser una cosa aérea e invisible y ahora se le recibe con fiesta.
(…)

29 de abril de 2020

Mirar de frente y mirar de reojo: entrenar para el tiempo que viene.
El humano es un animal que sabe esperar.
A veces se vuelve loco, pero por lo general espera mejor que los demás.
Eliot Weinberger y la pregunta: ¿qué son las estrellas?
«Son prenuncios de guerra, muerte, hambre, plagas, de cosechas abundantes o escasas, del nacimiento de reyes;
son ellas las que regulan el precio de la sal y del pescado…
son los cazadores de focas que han perdido el rumbo».
Astro y desastrado tienen el mismo origen.
Desastrado, aquél que no está atento a los astros.
Aquél que no está sincronizado con lo que viene de arriba.
Entra demasiado pronto o demasiado tarde.
Diferentes países, diferentes estrategias. Cerrar, abrir, cerrar, abrir.
Roma, la pastora de Berna, es una desastrada.
Jeri, la golden, puntual con los puntuales astros de los animales.
Por la mañana, esto. Mirar la pantalla, no el camino.
Una forma de venda: la pantalla.
Nick Cave cantando «Cosmic Dancer» de los T. Rex.
Otra versión de Morrisey.
I was dancing when I was eight
I danced myself into the tomb.
En algunos sitios, un retorno al mundo antes de la entrada del fuego.
Miro y no veo ni un homo sapiens.
Ciudades abandonadas.
Si todos se quedaran en casa durante meses y años, las ciudades empezarían a deshacerse.
Como se deshace cualquier casa abandonada.
Volveríamos después de la peste a un conjunto de ruinas.
Naturaleza y ruinas, lo que queda cuando el ser humano retrocede hacia su casa en manada de seres pensantes.
Leo el sermón de la montaña.
Este pasaje:
«No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte».
El coronavirus es peor que un ataque terrorista, dice la OMS.
Vito Acconci, un performance en los años 70: ojos vendados.
Le arrojan pelotas de goma con fuerza contra el cuerpo.
Él se defiende, sin saber de dónde viene el ataque.
Ser atacado por lo que no se ve.
Los ingenuos años 70 exigían una venda.
¿Qué son las estrellas?
«Son el rebaño de la luna, disperso en el espacio como ovejas en un prado».
China prohíbe comportamientos incivilizados.
Estornudar o toser sin cubrirse la boca y estar sin cubrebocas en lugares públicos.
En Argentina se permite que la gente salga de su casa durante una hora a hasta 500 metros de sus residencias.
Freud tuvo cuatro perros: Lün 1, Jofie, Lün 2 y Jumbo.
A Freud le gustaban los perros «porque no tenían una personalidad dividida».
¿Por qué le puso el mismo nombre a dos perros? Investigarlo.
Le hablo por teléfono a un amigo.
Le pregunto:¿te estás volviendo loco?
Sí, responde él.
Sermón de la montaña: «Limitaos a decir: ‘Sí, sí’, ‘no, no'».
¿Qué son las estrellas?
«Clavos clavados en el cielo». dice Weinberger.
Virus, dice un niño de seis años.

30 de abril de 2020

Sigo escuchando Cosmic Dancer de los T. Rex y practicando la mirada de reojo como ciertas especies animales.
Planes para pintar más muro con más blanco, pero una cierta lluvia no me lo permite.
Algunas tribus de las Américas no distinguen entre la derecha y la izquierda.
Sólo comprenden los puntos cardinales. Norte, Sur, Este, Oeste.
La Universidad de Pensilvania estudia el uso de perros para detectar el virus y yo pienso en los cuatro perros de Freud.
Esos perros debían detectarlo todo, detectar incluso la tristeza.
Las estrellas no son virus, como piensan los niños desdichados.
Las noches están más oscuras que de costumbre.
Derecha e izquierda centran el espacio en la persona.
Cada sujeto tiene su izquierda y su derecha, pero no tiene norte y sur.
El norte y el sur están allá afuera, no son privados.
El humor de Nicanor Parra: «cambio volcán en erupción permanente x helicóptero poco uso».
«Cambio zapato izquierdo x derecho».
Ni siquiera el reflejo en el espejo tiene la misma derecha que tu derecha.
El número de muertes baja. Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York: «aun así, son números terribles».
(…)
Todo roce es ya un crimen y vamos a volver al exterior sin saber cómo poner el pie derecho frente al pie izquierdo sin caernos.
(…)
Al azar, abro el oráculo de este diario. Jardín de Morya.
«Te preguntarán cómo trasponer la vida
Responde: De la misma manera que se cruza un abismo sobre una cuerda estirada: Bellamente, cuidadosamente, impetuosamente».

1º de mayo de 2020

(…)
El gobierno francés vendió muebles y tapices antiguos para financiar el sistema de salud.
Cambio mi lujo por mi urgencia; mi reino por un caballo; mis muebles antiguos por oxígeno nuevo.
No se sabe si la epidemia empezó «por el contacto con animales infectados o si resultó de un accidente en un laboratorio de Wuhan».
En 2014, el papa: «el tiempo es superior al espacio».
Esto permite:
1) olvidar lo inmediato
2) soportar las situaciones difíciles u hostiles, etc.
Dar prioridad al tiempo.
Es «más importante iniciar procesos que poseer espacios».
Más importante iniciar que comprar.
El tiempo es superior al espacio.

  1. Schlegel: «la seriedad tiene un fin determinado, el más importante de todos los posibles.»

Pensar en una época seria: cada cual quiere sólo lo más importante de todo lo posible.
Tenemos los dos pies en una época seria: no hay escapatoria.
(…)

Imagen: ©Susana Pozo

2 de mayo de 2020

(…)
Boris Johnson le pone a su hijo el nombre de dos médicos que le salvaron la vida.
El Reino Unido con 621 víctimas mortales más.
Y en Italia continúa, no se detiene. Cuatro, siete, cuatro.
En otros puntos del mundo, por miedo o por abandono: se olvida a algunos cuerpos.
En ciertas tribus, a los hombres que no habían sido sepultados por sus familiares o amigos se les llamaba insepulti.
Pascal Quignard habla de eso.
Se creía que se quedaban vagando: ni en la tierra ni en el cielo.
U-topos: sin lugar. Los insepulti serían, literalmente, «utopías: cuerpos sin lugar».
Una utopía en forma de cuerpo: ni en el cielo ni en la tierra. Los insepulti.
Francia va a imponer una cuarentena de 14 días a todas las personas que quieran entrar al país.
El que llega, tarda dos semanas en cruzar las nuevas fronteras.
Ya no es espacio. En 2020, la nueva frontera es tiempo: 14 días.
(…)
Mareos ayer; por la tarde, acostado.
Me corto la barba con la máquina que se cayó al agua hace dos semanas pero sobrevivió como un náufrago de metal.
La máquina pierde la memoria fácilmente.
Ya no se acuerda de nada: funciona.
Calor algunas horas. Pero el viento viene y dice que aún existe.
El limonero a reventar, algunos colores nuevos surgiendo de la tierra, que es siempre del mismo color.
Extrañeza y respiración fuerte.
Ruidos de animales acostumbrados a lo caliente: los pequeños animales vuelven y traen un desasosiego de frecuencias bajas.
Daniel Hahn me recuerda que el perro de Freud sintió el olor moribundo de su dueño y huyó de su cuarto unos momentos antes de que muriera el Dr. Psicoanálisis.
Ha de haber algo físico, que llega y ahuyenta hasta a los perros fieles.
Ningún perro se asusta con una idea o una palabra; por eso la muerte ha de ser una especie de animal. Quizá un animal enorme; y nosotros no la vemos.
«Oí zumbar una mosca — cuando morí». Emily Dickinson.
(…)

3 de mayo de 2020

(…)
Ritmos distintos en cada trozo del mundo.
En Brasil, que sólo salga de casa quien tenga prisa o esté ansioso.
El transporte de la ansiedad de un lado a otro. Como si la ansiedad pesara; y sí, pesa.
Pero Río de Janeiro, hace unos días. Barrio de la Urca, imágenes: cervezas en grupo, parejitas y risas.
Puede la alegría verse interrumpida en algunos sitios, pero reaparece en otros.
Quizá existe un mínimo de alegría necesaria en el mundo para que éste no se descomponga en trozos.
Quizá existe un mínimo de alegría necesaria en cada país para que éste no se descomponga en trozos.
Una energía mínima de la alegría.
(…)
En Europa, periódicos llenos de instrucciones para el recomienzo.
Instrucciones para ponerse el cubrebocas. Seis pasos.
Cómo hacer un cubrebocas de tela.
Corta dos rectángulos de tela y después otros 5 pasos con 5 dibujos.
Hemos vuelto a los dibujos.
Un dicho hebreo:
Si la suerte te sonríe, ¿por qué corres? Si no te sonríe, ¿por qué corres?
Mañana en la mañana, muy en la mañana: no correr.
Jardín de Morya:
«Acercaos vosotros que esperáis la alegría».
En Europa, algunos empiezan a acercarse.
Pero no te acerques con miedo a la alegría, eso es casi un nuevo pecado. El 11º o el 12º o el 13º.
Para eso, no obstante, tienes que seguir las instrucciones. Cinco pasos más cinco dibujos, etc.
Imagino un telegrama terrible, antiguo y contemporáneo:
Esperamos instrucciones del Estado para acercarnos a la alegría.

4 de mayo de 2020

(…)
Dicen que «el sector de la aviación vive los días más negros de su historia» y que hay 16,100 aviones detenidos.
La imagen de aviones detenidos desde hace semanas, vacíos.
Rodeados muchas veces de otras máquinas que desde arriba parecen tristes.
Es muy extraño que una máquina parezca triste.
Una definición posible: sin personas a su alrededor, una máquina parece perder el Norte, el sentido.
Se desorienta y sólo no grita porque no la programaron para eso.
Pero emite eso que llamamos silencio.
(…)
«Investigadores israelíes desarrollaron anticuerpos que atacan y neutralizan el coronavirus» y otras noticias.
Relatos del abandono de algunos viejos en residencias.
Nadie los va a visitar y ellos permanecen junto a Nuestra Señora de las Ventanas en espera de que se acerque un auto y se detenga frente al edificio.
Pero los autos no se han detenido.
El cineasta Herzog relata la historia.
Conoció en Australia al último hablante de una lengua.
Producía unos sonidos que parecían disformes, pero eran una lengua.
Como nadie le entendía, lo consideraban mudo.
Lo hacían a un lado, era un solitario.
Cantaba.
Otras veces iba solo a una máquina de refrescos con muchas monedas en el bolsillo.
Y ponía las monedas en las ranuras.
Le gustaba ese sonido de las monedas a lo largo de la máquina.
Tal vez le parecía una canción, o que alguien hablaba con él.
Cualquier sonido puede hablarle a una persona si está atenta. Y sola.
Y eso es: una moneda cayendo en una máquina puede hacerle compañía a un ser humano.
(…)
¿Acaso no oyen por todos lados estos gritos de terror a los que normalmente llaman silencio? El principio de una película de Herzog.
Más sonidos que vienen de la ciudad.
Hoy el día está medio despejado y medio nublado. Cuando escampa, el limonero se llena de color.

Imagen: ©Susana Pozo

5 de mayo de 2020

Roma y Jeri festejan la llegada de cada día.
No sé de dónde viene el ánimo de los animales. No viene del mismo sitio.
(…)
La ciudad ha sufrido una interrupción. Volver a ella.
En Francia, más calles sólo para bicicletas y peatones.
Investigo los textos situacionistas.
La ciudad, lo que podría ser.
Corbusier decía que el tiempo de traslado de la casa al sitio de trabajo era un «sobretrabajo»: reducía «en la misma proporción la jornada de vida pretendidamente libre».
Y los situacionistas sostenían: «tenemos que pasar de la circulación como un suplemento de trabajo a la circulación como un placer»
(…)
Imaginar un futuro estado de emergencia.
Salir no sólo por comida, medicamentos o trabajo.
Añadir el placer.
Un documento que acepten las autoridades.
Posibilidad siete: circulación que tenga como objetivo el placer.
No sólo el mínimo, también el máximo.
Un ciudadano que pide lo mínimo, como máximo va a obtenerlo.
Una imagen de hace dos semanas, chacales en el centro de Tel Aviv.
Tienen hambre, ya no tienen miedo.
Porque tienen hambre, ya no tienen miedo.
Es necesario que vuelvan a tener miedo o comida, dice alguien.
O lo uno o lo otro.
Con hambre y sin miedo hasta una piedra es peligrosa.

Gonçalo M. Tavares es uno de los escritores europeos más traducidos y premiados, por sus libros insólitos que participan de mundos muy distintos. Está publicado en más de cincuenta países. Saramago afirmaba que un día Gonçalo M. Tavares será Premio Nobel.

Publicado con autorización de la agencia literaria Mertin Witt. El texto de Gonçalo M. Tavares se publica originalmente en Expresso. El autor y su traductora Paula Abramo se reservan todos los derechos. Prohibida su reproducción.