Ficción

LOS DISPARATES DE BROOKLYN

LOS DISPARATES DE BROOKLYN

Traducción de Víctor Úbeda [dropcap]E[/dropcap]staba buscando un lugar tranquilo donde morir. Alguien me recomendó Brooklyn, conque a la mañana siguiente allá que me fui desde Westchester, para reconocer el terreno. No lo pisaba desde hacía cincuenta y seis años y ya no me acordaba de nada. Cuando mis padres se […]

MRS. FOX

MRS. FOX

Traducción de Rosa María Corrales No cabe la menor duda de que ama a su mujer. Durante toda la jornada cuenta las horas que faltan para verla. De camino en el tren, lee, alzando la vista de vez en cuando para ojear las estaciones de las ciudades dormitorio, los terrenos […]

DE NOCHE

DE NOCHE

Están sentados en el suelo del pasillo del hotel, uno a cada lado de la botella de vino; el mundo, oscuro al otro lado del enorme ventanal inclinado. Sus cuerpos, reflejados en el cristal, descansan apoyados en la pared. Beben una copa de vino en cómodo silencio, conscientes de que […]

VOCES DEL DESIERTO

VOCES DEL DESIERTO

Scherezade no teme a la muerte. No cree que el poder del mundo, representado por el Califa, a quien su padre sirve, decrete mediante la muerte el exterminio de su imaginación.

Aviones marineros

Aviones marineros

Hace algunos años escribí un artículo titulado “Madera de avión” en el que confesaba con guasa mis miedos a viajar por el aire, cosa que, por lo demás, y con no escasa valentía, acabo por hacer unas veinte veces al año. Me alegra decir que mi pulso ha mejorado mucho durante los vuelos, no sé si por acostumbramiento o porque ir dejando atrás edades nos hace más desdeñosos de la posible vida futura y más conformes con la ya acumulada.

POLLOS Y HUEVOS

POLLOS Y HUEVOS

«¡Qué cabeza de chorlito, qué muchacha tan atolondrada!», decía de mí mi madre a un invitado, a un policía de visita, a un vecino que acudía a casa por algún problema en la granja. «¡Pero qué alocada es!­­­­» ¿Acaso creía en el mal de ojo? No. Y cuando los chinos, según nos cuentan, dicen de los suyos «Ésta es mi despreciable esposa», «Éste es el inútil de mi hijo», ¿conjuran de ese modo el mal de ojo?