Vemos los bancos vacíos a la luz de la luna que entra por los ventanales. Se oye la respiración –al principio de forma apenas audible, luego con mayor nitidez– de dos hombres cansados. Sus formas emergen de las sombras y se acercan despacio hacia la cámara por un pasillo lateral. Visten capa y sombrero. Cargan algo pesado entre los dos.
Olingiris
1. Alcanzaba para seis. Una quedó afuera, en la sala de espera. Dio vueltas por el hall. Tardó en asumir que tendría que aguantarse las ganas hasta el día siguiente, o el siguiente, o hasta que volvieran a llamarla. No era la primera vez que le pasaba. Las que entraron […]
Introducción: El mundo sensual
El estarcido de una mano, probablemente femenina, fue testigo mudo durante más de treinta mil años de la quietud de una cueva prehistórica. Hasta el inasible instante en que esta mano, en el aire inmóvil como una flecha rupestre, dio en el blanco: el ojo de Jean-Marie Chauvet el 18 de diciembre de 1994. Y el tiempo se replegó sobre sí mismo. «Estuvieron aquí», resopló cuando la flecha de la fortuna alcanzó su entrecejo fruncido.
BAZÁN
1. Es antes de medianoche, o una hora después. En la oscuridad, a la intemperie, no sabe ya hacia dónde llevar su cuerpo. Lo que hace es por orden de Dios. Cuando lo ha despertado, la voz de Dios le ha dicho: Hay un enfermito de difteria en la avenida […]
CONCENTRACIÓN
Damião decidió viajar a Buenos Aires cuando se dio cuenta de que la siguiente crisis de melancolía sería aún más fuerte. Al principio sentía una presión muy intensa en la parte inferior de la nuca y cierta dificultad para respirar. Después la presión empezó a extenderse por la zona lateral de la cabeza, llegando a alcanzar la mandíbula en las últimas ocasiones. Cuando empezase a sentir aquella maldita presión en la barbilla difícilmente conseguiría llevar una vida normal.
WHITE SANDS
Íbamos mi mujer y yo en coche por la Highway 54, con rumbo sur, desde Alamogordo hasta El Paso. Habíamos pasado la tarde en White Sands, y tenía yo aún el cerebro abrasado de tanto resplandor. Me preocupaba incluso el haberme producido algún daño irreparable en la vista. La arena está sobre todo compuesta de yeso, y tiene la misma brillantez de la nieve recién caída. En realidad es aún más brillante. Es bastante difícil de creer que haya nada tan brillante.